En el principio de la Humanidad se descubrió que las plantas medicinales tenían aplicaciones terapéuticas.
A mediados del siglo XX, se conoció su uso en estética y cosmética.
Hoy los cosméticos naturales son de vital importancia en nuestro cuidado diario.
Las principales características son la no utilización de elementos químicos de síntesis. El objeto de esta rama de la cosmética es producir compuestos neutros a la piel, evitando potenciales riesgos de enfermedad, alergia o rechazo.
Cada vez son más las empresas que se suman a no testar en animales.